La ?erra nos permite acercarnos los unos a los otros, a relacionarnos con ella desde sus historias, desde el conocimiento que emerge de forma natural, desde su forma,
olor y color. Familias trazaron y aún trazan líneas de ?erra apostándole a un deseo común, comunitario, histórico, “una forma de confrontación mutua y diálogo entre
dis?ntos enfoques y formas de pensar. El italiano “CONFRONTO” es buscar a las personas por que queremos su punto de vista o “mirar” algo que somos o hacemos “a la
luz de” otra forma de ser o hacer” (Vecchi, 2013, pág. 54)
Otros al contrario, trazan líneas de devastación, separación, olvido, banalidad, insensatez y negación.
Se ha regalado la ?erra por miedo, por dolor, por ignorancia, por absoluta desidia. Muchos la han recibido con beneplácito y megalomanía. Invisibilidad de una
idiosincrasia que por siglos ha estado ligada al suelo que se siembra, a la ?erra que da vida, que provee alimento, refugio y conocimiento… muchos se jactan en tal acto
abusador.
En este proyecto aportan personas, parejas y familias, que al ser organizaciones sociales procuran mantener sus lazos entrañables con su ?erra, sus memorias y
tradiciones.
– La Familia Sepúlveda, en cabeza de mi abuelo Evelio (QEPD) y mi padre Adalberto, que vivieron la fuerza del campo, invitan a con?nuar con este vínculo a nuevas
generaciones de mi familia.
– Darwin y Ta?ana, una pareja que con el deseo de ofrecer lo mejor de sí para su comunidad, construyen y labran un pedazo de ?erra con el propósito de mantener el
contacto con los Nukak Maku, y dialogar desde sus par?cularidades y expresiones culturales, en un periodo de transición forzado.
– Varias organizaciones sociales como las Corporaciones Culturales Sebavien y Casa Asdoas de Usme, construyen condiciones para que sus habitantes vivan dignos,
organizados como comunidad y con plenos derechos que en muchas ocasiones les han sido vulnerados.
Un ves?gio es una oportunidad, una esperanza. Resis?r es un acto de fe, es jus?cia. Como Freire nos invita a organizar la resistencia “empezando por nuestra propia
localidad, por nuestro barrio, por nuestra vecindad. Necesitamos reinventar las formas de acción polí?ca”. Tres ?pos de resistencia que se construyen desde una
“experiencia “gen?ficada”, de gente, de personas, de sujetos, no de objetos. Y esto no se logra sin peleas, sin esperanza, sin tenacidad y sin fuerza.” (Freire, 2003, pág. 63)
Felipe A. Sepúlveda Martínez
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